martes, 8 de julio de 2014

Formación de la placa de ateroma

   La placa de ateroma se puede definir como un "endurecimiento de las arterias" producido por el engrosamiento y pérdida de elasticidad de las paredes arteriales. Es una respuesta inflamatoria crónica (fibroproliferativa) de la pared iniciada por una lesión del endotelio, en la cual participan las mismas células endoteliales como también macrófagos, LT, células musculares lisas, componentes de la matriz extracelular y lipoproteínas modificadas.
   La formación de la placa ateromatosa se puede secuenciar de la siguiente manera:
     1- Injuria endotelial crónica: puede ser por diversas razones como hiperlipidemia, hipertensión arterial, tabaco, factores hemodinámicos (toxinas, reacciones inmunes), aumento de LDL o disminución de HDL.
     2- Disfunción endotelial: aumenta la permeabilidad y se produce la adhesión leucocitaria, monocítica y migración.
     3- Activación del macrófago: atraídos por quimio y citocinas (IL-1, TNF). Se forman los macrófagos espumosos, cargados de lípidos. También pueden ser atraídos los linfocitos T CD4 y CD8, que responden a antígenos bacterianos, víricos. Se produce una emigración de las células musculares desde la media.
     4- Macrófagos y células musculares lisas cargadas de lípidos
     5- Proliferación: de células musculares lisas, colágeno y matriz extracelular. Aparecen depósitos de lípidos extracelulares (cúmulos de colesterol) rodeados por una envoltura fibrosa. Vasculariazación de la placa.
   Cuanto más avanzada sea la lesión los riesgos son mayores no sólo por el aumento del tamaño sino porque se pueden producir otras complicaciones tal como la calcificación, hemorragia intra placa, rotura focal, ulceración, trombosis, dilatación aneurismática.

Esquema del proceso de formación de la placa y resultado final.

Diferencias entre linfoma Hodgkin y no Hodgkin

    Previo a la diferenciación entre Hodgkin y no Hodgkin, se debe comenzar explicando que un linfoma es una proliferación maligna de los linfocitos, localizada generalmente dentro de los nódulos o ganglios linfáticos aunque puede afectar también otros tejidos como hígado y bazo.
    Ahora si, paso a la diferenciación entre estos dos grandes grupos de linfoma.
    El linfoma de Hodgkin es una neoplasia linfoproliferativa de origen B. Se caracteriza por afectar un solo grupo ganglionar (localizado) y suele aparecer en adultos jóvenes. Tiene una dispersión ordenada por contigüidad de ganglios y no suele afectar a los  mesentéricos ni a los que componen el anillo de Waldeyer. Tampoco leucemiza, la presentación extraganglionar es infrecuente. Posee células neoplásicas particulares, de gran tamaño con núcleos bilobulados y grandes nucléolos, conocidas como células de Reed-Stenberg. Hay otras similares a las anteriores pero mononucleadas que son las células de Hodgkin. Además se acompañan de abundantes y variadas células inflamatorias y accesorias de la misma. Es curativo, más allá de que pueda diseminar a bazo, hígado y médula ósea, y presente riesgo de 2° neoplasia. Los síntomas característicos son fiebre y sudoración nocturna acompañados por la presencia de ganglios dolorosos.
    Por otro lado tenemos los linfomas no Hodgkin que pueden ser tanto de origen B (85%) o T (15%). Dos tercios de los mismos son ganglionares y los restantes son extraganglionares (tubo digestivo, piel, encéfalo). La principal diferencia radica en que no poseen unilocalización, es decir, son sistémicos y afectan ganglios periféricos en todo el cuerpo lo que impide la realización de radioterapia. Disemina pero no por contigüidad y afecta los ganglios mesentéricos y del anillo de Waldeyer. Hay varios subtipos de linfomas no Hodgkin que se agrupan en 3 grandes grupos: de células B periféricas, de células T periféricas y NK, y de precursores de células B y T.



Célula de Reed-Sternberg rodeada de linfocitos normales. Linfoma de Hodgkin

lunes, 19 de mayo de 2014

Cascada Metastásica

   Se le llama cascada metastásica a los pasos secuenciales implicados en la diseminación hematógena de un tumor. A pesar de que se liberan millones de células de un tumor cada día al torrente sanguíneo, resulta ser un proceso muy ineficaz debido a que cada paso está sometido a varios controles.
   En términos generales, se puede dividir a la cascada en dos fases principales: invasión de la matriz extracelular (MEC) y diseminación vascular, alojamiento y colonización de las células tumorales.
   En la matriz extracelular encontramos lo que es la membrana basal y el tejido conjuntivo intersticial,, formados principalmente por colágeno, glucoproteínas y proteoglucanos. La invasión de esta zona da inicio a la cascada. El primer paso es la disociación de las células entre sí, dado por una alteración en la expresión de las E-cadherinas (moléculas de adhesión) y permitiendo la liberación de las mismas del tumor primario. 
   El segundo paso es la degradación de la MEC provocada por enzimas proteolíticas secretadas o inducidas por las células tumorales. Las proteasas más importantes involucradas son las metaloproteínas de la matriz, catepsina D y el activador de la plasminógeno urocinasa.
   Una vez en el en el tercer paso se comienzan a ver cambios en la fijación de las células tumorales a las proteínas de la MEC. La pérdida de adhesión en las células normales las lleva a la apoptosis, cosa que no sucede con las tumorales sumado al hecho de que la propia matriz cambia hacia un estado en que promueven la invasión y metástasis.
   El último paso de la invasión es la locomoción a través de las membranas basales degradadas. Este proceso es dirigido por citocinas que potencian la capacidad para vulnerar el citoesqueleto de actina.
   Ya en la circulación, las células tumorales tienden a agregarse en grupos, ya sea entre ellas o también con las sanguíneas, intensificando la supervivencias y la capacidad de implantación. Sin embargo resultan ser ineficaces a la hora de colonizar órganos distantes. El proceso no está claro pero se cree que secretan citocinas, factores de crecimiento y moléculas de la MEC que actúan sobre las células estromales residentes para lograr un ambiente más habitable para la célula cancerosa.
   Para concluir, cabe agregar que los sitios de predilección para el alojamiento de las células cancerosas resultan ser el hígado, cerebro, pulmones, huesos y glándulas suprarrenales, todos altamente irrigados. Específicamente cada tumor tendrá tendencia a diseminarse a una zona en particular.
Cascada metastásica, paso a paso.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Sífilis (Micro y Macroscopía)

A pesar de que esta publicación trate sobre las características micro y macroscópicas de la la sífilis, es necesario exponer algunos datos de la enfermedad. Entonces, como breve introducción, se puede decir que la sífilis es una enfermedad crónica, de transmisión sexual y producida por una bacteria espiroqueta (Treponema Pallidum).
Ahora sí, paso al tema principal.

Macroscopía

Los síntomas de la sífilis son numerosos y variados, además de ser confundidos muchas veces con otras enfermedades que dificutan su detección. La primer señal de infección es la aparición de un chancro (en boca, ano, pene, vagina), una pápula no dolorosa que luego se ulcera(1). Desaparece a los 40 días aprox.
Tras 5 o 6 meses de la desaparición del chancro, comienza la segunda etapa, caracterizada por la aparición de ronchas rosáceas principalmente en las palmas de las manos y plantas de los pies, aunque también lo pueden hacer en pecho cara o espalda(2). Esto va acompañado de síntomas generales como son la fiebre, pérdida de peso, cefaleas.
La última etapa es la más nociva de todas, ya que ataca directamente el sistema nervioso central o algún órgano particular.

Microscopía

Ante la sospecha de sífilis, se debe hacer un raspado tratando de agarrar el exudado del fondo limpio para luego someterlo a diversas pruebas. Con una microscopía de campo oscuro se puede observar el movimiento característico de los treponemas(3). Otro método es la inmunofluorescencia directa, muy específica debido a que se usan anticuerpos monoclonales marcados. Por último cabe mencionar que existen pruebas no treponémicas que se utilizan más que nada para diagnosticar curación.

Anexo de imágenes

(1) Chancro bucal
(2) Ronchas en las palmas
(3) Treponema Pallidium visto por microscopía de campo oscuro

domingo, 4 de mayo de 2014

FAGOCITOSIS

Dentro de la inflamación aguda, la fagocitosis es un proceso que cumple un rol esencial, al ser el encargado de eliminar el agente lesivo mediante el reconocimiento, englobamiento y destrucción del mismo. Los leucocitos son las células encargadas de llevar el trabajo a cabo.Antes que nada, los leucocitos debe poder reconocer el agente lesivo (activación), lo que se logra por una serie de vías de transmisión que culminarán aumentando la concentración de calcio citoplasmático y activando protein-kinasas, enzimas que fosforilan y defosforilan elementos clave.Una vez activados, los leucocitos expresan en su membrana una gran variedad de receptores específicos para algún tipo agente en particular, permitiendo primero ligarse al mismo y luego endocitarlo. La endocitosis es posible gracias a que la membrana de los fagocitos se pliega alrededor del microbio. Cabe aclarar que todo este proceso se ve facilitado si el agente se opsoniza previamente.Para explicar mejor el atrapamiento se puede decir que tras la unión de la partícula al receptor, los seudópodos (prolongaciones del citoplasma) fluyen alrededor de la misma y la membrana plasmática se separa formando una vesícula que toma el nombre de fagosoma. Posteriormente se fusiona con un gránulo lisosómico, liberando las enzimas propias del mismo hacia el fagolisosoma.Por último, la degradación es posible debido a las especies reactivas del oxígeno (ERO) y del nitrógeno, producidas dentro del lisosoma en respuesta a los estímulos activadores. La enzima clave es la NADPH oxidasa, un complejo encargado de  reducir el oxígeno a anión superóxido. Éste se convierte en peróxido de hidrógeno quien por sí solo no logra destruir los microbios pero, en presencia de cloro, forma hipoclorito, un fuerte agente microbiano, haciendo a éste sistema el mejor bactericida de los neutrófilos. Otras formas de destrucción de los microbios incluyen al NO y enzimas específicas de los gránulos de los leucocitos.
En la siguiente imagen se pueden ver los procesos descriptos, como también la formación de los lisosomas y el camino que siguen los cuerpos residuales (agentes degradados).